viernes, 9 de diciembre de 2011

la contaminacion visual


RIESGOS ECONOMICOS EN INTERNET

¿Qué es Phishing?
El "Phishing" consiste en el envío de correos electrónicos que, aparentando provenir de fuentes fiables (por ejemplo, entidades bancarias), intentan obtener datos confidenciales del usuario, que posteriormente son utilizados para la realización de algún tipo de fraude.
Para ello, suelen incluir un enlace que, al ser pulsado, lleva a páginas web falsificadas. De esta manera, el usuario, creyendo estar en un sitio de toda confianza, introduce la información solicitada que, en realidad, va a parar a manos del estafador.
Los principales daños provocados por el Phishing son:
  • Robo de identidad y datos confidenciales de los usuarios. Esto puede conllevar pérdidas económicas para los usuarios o incluso impedirles el acceso a sus propias cuentas.
  • Pérdida de productividad.
  • Consumo de recursos de las redes corporativas (ancho de banda, saturación del correo, etc.).
Una de las modalidades más peligrosas del Phishing es el pharming. Esta técnica consiste en modificar el sistema de resolución de nombres de dominio (DNS) para conducir al usuario a una página web falsa.
Cuando un usuario teclea una dirección en su navegador, esta debe ser convertida a una dirección IP numérica. Este proceso es lo que se llama resolución de nombres, y de ello se encargan los servidores DNS.
Sin embargo, existen ejemplares de malware diseñados para modificar el sistema de resolución de nombres local, ubicado en un fichero denominado HOSTS.
Este fichero permite almacenar de forma local esa resolución de nombres asociadas a direcciones IP. De esta manera, aunque el usuario introduzca en el navegador el nombre de una página web legítima, el ordenador primero consultará a ese fichero HOSTS si existe una dirección IP asociada a ese nombre. En caso de no encontrarla, lo consultará con el servidor DNS de su proveedor.
Esta técnica conocida como pharming es utilizada normalmente para realizar ataques de Phishing, redirigiendo el nombre de dominio de una entidad de confianza a una página web, en apariencia idéntica, pero que en realidad ha sido creada por el atacante para obtener los datos privados del usuario, generalmente datos bancarios.
A diferencia del Phishing, el pharming no se lleva a cabo en un momento concreto, ya que la modificación del fichero HOSTS permanece en un ordenador, a la espera de que el usuario acceda a su servicio bancario.
¿Qué es el ‘pharming’?
Es una variante del ‘Phishing’ (del inglés fishing - pescar) a la suplantación de identidad (en Internet, pero también por teléfono) que persigue apropiarse de datos confidenciales de los usuarios. En la Red se utiliza el envío masivo de correos electrónicos que aparentemente están vacíos pero que al visualizarlos por el consumidor se ejecuta un programa informático malicioso que tiene por objetivo final la captura y obtención de las claves bancarias del consumidor.
Expertos policiales en delitos informáticos han alertado en los últimos días de este tipo de esta nueva versión de timo para obtener datos financieros del consumidor.
Esta nueva variante de Phishing, más sofisticada y peligrosa, consiste en que el usuario ejecuta un programa informático que viene insertado en un correo electrónico y que se ejecuta cuando abrimos dicho correo. Dicho programa informático manipulan los archivos de dominio que utiliza el consumidor para abrir las página web de su entidad financiera. De forma que cuando teclea en la barra de direcciones de explorador web la dirección de la página de la entidad, el consumidor, sin percatarse, no habré la página real de su banco sino una página web idéntica o muy similar a la de su entidad financiera.
Una vez el consumidor entra en esta página web falsa, se le solicitan sus datos personales y/o bancarios (número de cuentas corrientes, claves, números de tarjetas de crédito, etc.), que quedan en poder de los delincuentes para su delictivo uso (cargos a su cuenta o compras).

El Anti-Phishing Working Group, organización creada en EEUU para combatir este fraude, asegura que el número y sofisticación del ‘Phishing’ enviado a los consumidores se está incrementando de forma dramática y que “aunque la banca online y el comercio electrónico son muy seguros, como norma general hay que ser muy cuidadoso a la hora de facilitar información personal a través de Internet”. Robo de identidad

El robo de identidad también llamado usurpación de identidad, se da cuando un estafador, por medios informáticos o personales, obtiene su información personal y la utiliza ilegalmente.
El robo de identidad es el delito de más rápido crecimiento en el mundo. Hasta no hace mucho tiempo, cuando un ladrón nos robaba la billetera o porta documentos, el dinero era lo único que pretendía. Eso está cambiando, ahora lo más valioso es el número de su documento, tarjeta de crédito, de débito, cheques y cualquier otro documento que contenga sus datos personales.
En el transcurso de un día normal, usted divulga esta información al hacer transacciones en persona, por teléfono y online para efectuar la compra de productos y servicios. Si esta información confidencial cae en manos de un delincuente, podría utilizarse para robarle su identidad financiera y realizar muchas de las actividades en nombre suyo.
Nadie esta a salvo de este delito ni podemos tener la certeza de que nunca le robarán su identidad, lo importante es conocer los métodos existentes para reducir las probabilidades de que usted se convierta en una víctima y qué medidas puede tomar si llegara a ocurrir.
Lamentablemente, la mayoría de las personas no se enteran que han sido víctimas de un robo de identidad hasta que solicitan un crédito y se lo niegan o quieren contratar un servicio de telefonía móvil y no pueden o cuando detectan cobros sospechosos en los extractos de las tarjetas de crédito.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, el robo de identidad se ha convertido en la modalidad delictiva que más ha crecido en los últimos años.

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